Cabujón ámbar plata
Aumenta la belleza de quien lo lleva puesto. Atrae amigos y compañeros hacia quien está solo y estimula la felicidad. Se utiliza a su vez para atraer el amor y aumentar el placer sexual. Meditando con el, corrige los desequilibrios emocionales. Los collares de cuentas de ámbar son quizás el mejor protector que podemos usar contra magia negativa. Una ámbar de gran tamaño en el cuarto de los niños protegerá su salud. Ayuda a los niños a calmar el dolor que produce la inflamación de las encías cuando aparecen los dientes.
Aumenta la belleza de quien lo lleva puesto. Atrae amigos y compañeros hacia quien está solo y estimula la felicidad. Se utiliza a su vez para atraer el amor y aumentar el placer sexual. Meditando con el, corrige los desequilibrios emocionales. Los collares de cuentas de ámbar son quizás el mejor protector que podemos usar contra magia negativa. Una ámbar de gran tamaño en el cuarto de los niños protegerá su salud. Ayuda a los niños a calmar el dolor que produce la inflamación de las encías cuando aparecen los dientes.
Absorve las energías negativas y las transmuta en fuerzas positivas para el que lo lleva. Sus propiedades son muy regeneradoras, mejora las depresiones, aporta alegría y vitalidad, calma el estrés. Si pasamos por un momento de actividad física y mental extrema nos irradia fuerza y estabilidad.
El ámbar ayuda en la recuperación de los tejidos del cuerpo y también transmuta la energía negativa y potencia la positiva para una mejor recuperación de las enfermedades.
Los coleccionistas le dan más valor al ámbar que contiene inclusiones de insectos, burbujas de aire o restos de plantas pero para usarlos con fines terapéuticos es mejor el ámbar totalmente limpio de insectos para que sus vibraciones energéticas no tengan ninguna interferencia.
El ámbar se trata de una piedra muy cara. Hay que tener cuidado con las imitaciones hechas de plástico o vidrio, así como las resinas sin fosilizar que nos venden en ocasiones como ámbar. Una prueba para saber si es autentico es cortar trocitos de papel pequeños, frotarnos la pieza de ambar en una prenda de lana, y colocarlo encima de los papelitos. Si estos se quedan pegados al ámbar sin dificultad, se trata de una pieza auténtica.